
Le condenaron sin pruebas gracias a la fuerza enorme que entraña la propaganda hostil de tantos medios de comunicación, de tantos periodistas y de tantos políticos. Le denegaron el indulto que el pueblo español pidió para él, porque el pueblo español sabe que este soldado ha estado tres lustros combatiendo a los hijos del caos y del terror y venciendo a la muerte, a la ira y al pánico, en los años en los que el terrorismo de ETA era un bosque impenetrable, oscuro y sin senderos. En los años en los que allá arriba los días eran un rosario de amargura y las noches un vía de inquietud porque la muerte espigaba en cada minuto y acechaba afilada, silente y certera en cada esquinaETA no conoce la piedad, ni la clemencia ni la justicia: es la muerte, y sólo logran escapar de sus garras quienes se enfrentan a ella o los que confraternizan con ella convirtiéndose, a su vez, en cómplices morales y políticos de los asesinos. Por eso, por todo eso, bienaventurados sean los que, como el general Galindo y sus hombres, empuñan la espada para enfrentarse al poder de las bestias.
El valor rezuma por cada uno de los poros del General GALINDO, hombre de honor donde los haya, y las cicatrices delatan la crueldad de las heridas de sus guardias civiles. pero algo tengo que decir por ultimo, la grandeza, la grandeza mi general, siempre va emparejada con la soledad y como usted dijo en cierta ocasion, unas palabras que algunos nunca olvidaremos cuando lo condenaron a prision y perdio sus medallas..." esto es un servicio mas por ESPAÑA"...que orgullosos nos sentimos de usted...mi general
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