lunes, 26 de septiembre de 2011

crueldad en nombre de Dios

Esto es un pequeño homenaje a la mujer allá donde quiera que fuere, y un apoyo sin condiciones a la igualdad de derechos. Sin discriminación de ningún tipo por su condición. Ni positiva ni negativa. Ni más ni menos. Animo y fuerza, valor y corage en la lucha contra los cafres cavernícolas y retrógrados allá donde los hubiere.

        
        A pesar del abismo entre los dos mundos de estas mujeres, parece una reflexión obligada comparar ambas actitudes, la de Wafa rotunda y demoledora plena de argumentos y esta de Sakineh sesgada y pusilánime, cogida con la debida reserva y cautela más que nada porque precisamente la tortura y no necesariamente física, que el manual con que trabajan ya dice como hacerlo sin dejar huellas; deslegitima cualquier declaración, cuando te hacen confesar lo que quieren que digas. De la lapidación se ha librado, de la horca lamentablemente no está tan claro. Cosas de la opresión, leyes anacrónicas y ancestrales de regímenes teocráticos donde “la mujer como a la cabra, soga corta y vara larga”.Sakineh Ashtiani, es la mujer Iraní condenada por un tribunal de la Saharia a morir lapidada por adúltera como algunos bien conoceréis. Un pena hoy conmutada por la horca al ser considerada cómplice en el asesinato de su marido. Su hijo que ejerce de portavoz y le lleva la defensa junto a su abogado ha declarado que su madre ha roto la ley islámica, que es culpable, pero pide compasión. Sin entrar si es culpable o no, solo diré que rechazo la pena de muerte rotundamente, y defiendo la dignidad de la persona condenada por cualquier delito y en cualquier lugarLa semana pasada ha declarado en rueda de prensa que los informes de torturas que se han difundido son falsos y que no ha tenido presiones. Dicho lo cual pone a caer de un burro a los periodistas por propagar rumores. A veces se dan situaciones paradójicas donde la persona a quien se pretende ayudar no se deja. Y claro surge la duda. Con que derecho nos inmiscuimos en las vidas ajenas. ¿Desde la libertad de conciencia o pensamiento?¿desde el derecho a la vida, a la justicia, a ser solidario? ... no sé. Ahora dice que estos periodistas han deshonrando a su país y a ella, que todos son infúndios y falsedades. Dos de ellos pertenecientes al semanario alemán Bild am Sonntag están detenidos por las autoridades iraníes, que les acusan de espionaje. Estos se están jugando la vida literalmente por defender la suya y esta mujer se lo agradece acusándoles de mentirosos, cuando si no hubiera sido por gente como ellos que dieron la alarma y consiguieron que los ojos del mundo se fijasen en ella, a estas horas estaría a dos metros bajo tierra, arropada por un montón de pedruscos en cualquier terraplén por impura, y no mirando precisamente a La Meca

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