Una de las intervenciones más recordadas desde la tribuna del Congreso es la de Jon Idígoras como diputado de Herri Batasuna: "Debéis renunciar a oprimir, reprimir y exprimir a nuestro pueblo".
En 1995, Jon Idígoras, histórico militante proetarra, que había sido elegido por tercera vez consecutiva (la primera en 1986, la segunda en 1989 y la tercera en 1993); subía a la tribuna del hemiciclo para cargar contra los casos de corrupción que afectaban a los socialistas y contra toda la maquinaria del Estado que controlaban los miembros del Gobierno de Felipe González.
Nada más comenzar, Idígoras avisaba de que iba a ser telegráfico, un mensaje directo, como casi siempre que intervenían, que lo hacían para trasladar un mensaje al gobierno o a su público. Jon cargó contra los casos de Guerra, Roldán y le Filesa. Arremetió contra la Casa Real, la Guardia Civil y todo el discurso habitual de Batasuna. Un discurso similar al que mantienen los proetarras en la actualidad, que no reconocen al Estado español, pero siguen viviendo y cobrando del mismo.
Idígoras vivió sus seis minutos de gloria en el Congreso y terminó pidiendo a los españoles que les dejaran elegir su destino y que sacaran sus sucias manos de Euskadi, terminando con un grito por la independencia del País Vasco. Gora Euskal Herria askatuta!
Ya lo dijo Arnaldo Otegui: "La izquierda abertzale no nació para resitir, nacimos para ganar y vamos a ganar".
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