I. SER HONESTO: Un nacional-socialista siempre afronta un hecho, le guste o no. La deshonestidad es un distintivo del enemigo, el cual ha falsificado la concepción de la vida humana, pasada y presente. El nacional-socialismo representa la verdad en la vida; en su forma más pura.
II. CREER EN LO DIVINO Y EN UNO MISMO: El Dios del destino ayuda únicamente a aquellos que se ayudan a sí mismos. El Dios del destino solamente ayuda a los mejores, de entre los mortales, para enormes tareas destinadas sólo a una minoría. Este Dios sólo desea lo mejor para llevar a cabo la más alta tarea de la vida: La consecución del tipo humano perfecto. Entrégate completamente al destino y al Dios que te guiará en el combate. E incluso si fallas, sabiendo en tu corazón que luchaste en plenitud de posibilidades no tienes ningún motivo para sentirte avergonzado de ti mismo. Sin embargo, únicamente perderemos si bajamos nuestras armas a causa de nuestra cobardía y debilidad. Sólo existe una desgracia y es: la sumisión.
III. TEN FE EN TU RAZA: Nadie debe ser autorizado en malograr lo que la naturaleza creó en aras de la evolución racial. Tu más elevado propósito en la vida ha de ser el de mantener dicha evolución hacia una humanidad mejor, más fuerte y bella. La pureza de la más elevada de las razas es el requisito esencial para cualquier evolución superior.
IV. LUCHA POR TU RAZA: Lucha por los sagrados ideales del nacional-socialismo, el corazón de tu gran raza. Únicamente en esta lucha demostrarás tu valía. Únicamente en este combate personificarás al hombre poseedor de espíritu valiente, dedicado y capaz de sacrificarse y hasta autoinmolarse. Nadie más puede mandar. El combate vital por la supervivencia llevó al hombre, desde la primitiva existencia simiesca del remoto pasado, a la magnificencia de la raza blanca. Nuestro combate seleccionará a los mejores; los cuales guiarán al ideal nacional-socialista hasta la victoria definitiva.V. ERES INDIVIDUALMENTE SUPERIOR: En este combate siempre serás sobrepasado en número; ya que el mejor ha de ser siempre y necesariamente la minoría. Las decisiones de trascendencia histórica nunca han surgido de las mayorías; sino únicamente de las minorías. Eres un portavoz de tu pueblo; deseas servir a tu raza.
VI. AMA A TU HERMANO RACIAL: Permite que tu más intensa emoción sea la del amor a tu familia racial; a la cual entregas tu vida. No temas a los subhumanos -el enemigo racial-, y no los persigas. Eres su superior; pero no su dueño. Si has de combatir a los subhumanos jamás pierdas los estribos, llevado por el odio. Destruye, sin embargo, a tus enemigos -los de tu raza-, implacable y totalmente. Lucha en este reino de la violencia desaforada, y expande tu palabra de verdad acerca de los subhumanos y la amenaza que suponen para tu familia blanca.
VII. PERFECCIONA A TUS PRÓJIMOS: (Prójimo es próximo, intrínsicamente similar, parecido, igual,...; no cercano). Todos los hombres blancos son tus hermanos; a pesar, incluso, de que algunos no sean tan valientes o inteligentes como tú. Es tu deber como nacional-socialista informar a tus prójimos y alentarles el corazón con valentía. Muchos de tus corraciales han sido confundidos y embrutecidos, por medio de la perversa corrupción de nuestra alma racial; tú no debes odiarles, ni obcecarte, por su degenerada condición, sino tratar de limpiarlos y devolverlos a su familia racial, nido de donde fueron arrancados por modas y consumismos, degolladoras del alma blanca y su personalidad.
VIII. RECHAZA LA DECADENCIA: Decadente es cualquier cosa que desvirtúa tanto física como espiritualmente la salud y evolución de nuestra raza blanca. Identifícate tú mismo con la no-decadencia, y eleva tu descendencia racial e idealismo por encima de tu propia existencia personal. Tu idealismo es tu honor; todo ha de ser juzgado en relación a la mejora y supervivencia de nuestra raza. Cualquier cosa, o persona, que dificulte la existencia de nuestra raza y su perfección ha de ser extirpada y destruida.
IX. EL MEJOR SIEMPRE DOMINA: Todos los grandes logros de la historia son obra de grandes líderes. La comunidad racial adquiere su mayor fuerza únicamente recurriendo al principio del liderazgo; el cual sitúa al mejor hombre en la cumbre. No existirá la grandeza sin un gran líder. La democracia es una enfermedad corruptora; el principio definió el preludio necesario para la inevitable destrucción. La democracia lleva al caos; del cual emergen los más crueles tiranos. El líder personifica, por su parte, las más elevadas voluntades y leyes de la vida.
X. NADA ES IMOSIBLE: Cree en el viejo refrán: “DONDE HAY UNA VOLUNTAD HAY UN CAMINO”. Todo cae; menos el hombre de indómita voluntad. Es necesario, para nosotros, el sufrir crueles sacrificios, ya que hemos de endurecernos para el más decisivo combate de toda la historia. La victoria será exclusivamente para el más verdadero fanático y fuerte; para el mejor
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