lunes, 26 de septiembre de 2011

el baron rojo..

Manfred von Richthofen


Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen, militar y aviador alemán (Wroclaw Polonia, 2 de mayo de 1892 - † 21 de abril de 1918 (a los 25 años de edad), más conocido como el «Barón Rojo», fue un piloto alemán que consiguió derribar ochenta[1] aeroplanos enemigos durante la Primera Guerra Mundial antes de ser abatido en la mañana del 21 de abril de 1918 cerca del río Somme, en el norte de Francia.

Héroe de los alemanes y respetado por sus enemigos durante la Primera Guerra Mundial, permitía incluso escapar a sus víctimas malheridas. Su unidad fue responsable del derribo de 88 aviones británicos, del total de 151 que abatió la aviación alemana. A causa de ello recibió la Medalla al Mérito Militar.

Sus aviones, el caza Biplano Albatros y luego el triplano Fokker, le permitían una amplia capacidad de maniobras y piruetas. Sin embargo la mayoría de sus victorias en combates aéreos las consiguió en un avión tipo Albatros.


Infancia y juventud
Nació el 2 de mayo de 1892 en la ciudad de Breslau, por entonces capital de Silesia, hoy Wroclaw perteneciente a Polonia. De niño se trasladó con su familia a Schweidnitz (hoy Swidnica, Polonia). Era el mayor de tres hermanos. Miembro de la familia aristocrática terrateniente Richthofen, el padre de Manfred había llegado a ocupar un alto cargo en el regimiento de Ulanos nº12, una unidad perteneciente a la poderosa caballería prusiana. Manfred y su hermano pequeño Lothar quisieron seguir los pasos de su padre, alistándose jóvenes en el ejército imperial. Practicó caza y equitación y cuando completó su adiestramiento como cadete, se alistó en los Ulanos (caballería alemana), siendo nombrado tres años después teniente del primer regimiento.

Primera Guerra Mundial

Durante la Primera Guerra Mundial, von Richthofen pasó de la caballería (donde ganó la condecoración de la Cruz de Hierro) a la infantería, pero en esta modalidad no prosperó durante la guerra, ya que las condiciones que se vivían en las trincheras eran inhumanas y "muy aburridas", según sus palabras. Finalmente encontró su lugar bajo el sol alistándose en la aviación, donde demostró una gran capacidad con esta arma completamente innovadora para lo que hasta entonces había sido la guerra (además la producción de aviones se incrementó desde los 300 que tenían todos los contrincantes al principio de la contienda hasta los 150.000 al final). Aunque no logró destacar en la academia de aviadores, luego, en combate demostró ser capaz. Al principio sólo se dedicó a ojear y fotografiar en el frente oriental, pero él lo que quería eran aventuras. En la Luftstreitkräfte, su encuentro con otro gran aviador, Oswald Boelcke, fue decisivo para su éxito. Boelcke lo seleccionó para el grupo de combate Jagdsstaffel o JASTA 2. Ya su primer combate fue una victoria. Sucedió sobre el cielo de Cambrai, Francia el 17 de septiembre de 1916. Durante estos primeros meses se destacó por su agudeza visual y su innato don para afrontar el peligro. Sus compañeros decían que se transformaba su personalidad cuando cogía los mandos de su avión.

En 1917 se le confirió el comando del JASTA 11, que luego fue conocida como el Circo Volante, por los vivaces colores que presentaban sus 14 aviones, pues se trasladaban al igual que un circo por ferrocarril adonde se los requería. Se ganó el apodo de Barón Rojo porque su avión estaba pintado de rojo como una manera de que sus rivales lo reconocieran, hábil maniobra psicológica pues sus enemigos lo temían mucho y admiraban su gran destreza guerrera. Llegó a dirigir 58 misiones con total éxito, en las cuales derribó a unos 80 aviones, algo que nadie llegó a superar en ningún bando durante el resto de la guerra. En abril sumó él solo 20 derribos. Sus hombres insinuaban que su líder tenía un comportamiento suicida. Pocos meses después recibió el encargo de dirigir la primera ala de caza de la historia aérea, la JG 1, integrada por los Jasta 4, 6, 10 y 11. Esta unidad llegó a derribar 644 aviones con sólo 56 bajas. Su hermano Lothar alcanzó 40 victorias al final de la guerra con esta unidad, Kurt Wolf, 33 victorias y Karl Allmenroder 30 derribos. Todos lograron la Cruz Pour le Mérite.

El 6 de julio de 1917 recibió una bala perdida en el cráneo, que le provocó una terrible herida lesionándole el cerebro, pero él siguió volando pese a estar claramente incapacitado para soportar alturas. Incluso se comportaba como si fuera inmune a la muerte, no tomando ninguna precaución, violando las fundamentales reglas de vuelo que había escrito en su manual. Llevó vendada la cabeza durante mucho tiempo. Poco después recibió con alegría un Fokker Dr I, un triplano que también pintó de rojo y tenía gran agilidad, pero si se mantenía en rumbo fijo muchos minutos, se convertía en presa fácil.

1 comentario:

  1. gran heroe de la 1 guerra saludos oder el circo volador siempre surcara nuestros cielos!!!

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