lunes, 15 de octubre de 2012

Sangre de Caín tiene esta gente charnega


Sangre de Caín tiene esta gente charnega

 Como broma no está nada mal que un grupúsculo de piltrafillas haya anunciado que llevará a la Fiscalía catalana las declaraciones del coronel Alamán en este medio. Como broma no está nada mal. Espero que Fiscalía considere el asunto como lo que es: una broma de mal gusto y vuelta a empezar.

Espero que a la Fiscalía no se le ocurra darle más importancia al chiste que la que realmente tiene; es decir, ninguna. Espero que en la región donde se queman banderas españolas, donde se insulta a España con absoluta impunidad, donde los ayuntamientos aprueban declaraciones sediciosas de independencia, donde la putrefacción se enseñorea de muchas instituciones ligadas al 3 por ciento, donde algunos lidercillos nacionalistas amenazan con dar tiros en la nuca a sus oponentes, donde se traiciona el marco legal a diario, etc, etc, etc, espero, digo, que a la Fiscalía no se le ocurra tomar siquiera en consideración el órdago lanzado contra un coronel que lo único que ha hecho ha sido defender la integridad territorial de la patria española y el orden constitucional. Espero que la Fiscalía se tome a chanza y a chacota la denuncia presentada. Lo espero y deseo. Entre otras cosas porque de no tomarse como una broma de mal gusto la denuncia presentada contra el coronel Alamán, mucho me temo que podrían romperse muchos diques de distensión y la torrentera de indignación desbordarse.

2.- No es malo recordar algunos enunciados legales:

-Delitos contra la Constitución- Rebelión. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal.

-Delitos contra el orden público. Sedición. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Esto también se aplica a civiles.

Por consiguiente, a los que habría que llamar a declarar no es precisamente a los militares que están en su pleno derecho de defender España, como les manda la Constitución Española, ley de rango superior. Artículo 8: “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.

3.-El charneguismo separatista esá desatado esos días en los foros de AD. Su colección de insultos a los que ellos llaman españoles merecería compilarse en una enciclopedia de la memez, la indignidad y el disparate. Que un García o un Pérez o un Martínez se abonen al separatismo catalán, pase. Pero que escupan contra sus propios orígenes roza la oligofrenia. Que desde la autoridad moral que parece conferirles el catalanismo, el hijo fracasado de una honrada fregona de Albacete o de un laborioso labriego de Extremadura nos llame “vagos”, “paletos” y “mesetarios” al resto de los españoles, o que se alegre de nuestros males como si los de ellos fueran pocos, contiene todos los ingredientes freudianos para un pormenorizado y concienzudo estudio. Esto devuelve a la actualidad el viejo chiste que alcanzó fama en los 80: “¿Qué es un nacionalista charnego? El que no puede ser otra cosa”.

4.-No se enteran, o no quieran enterarse, de que lo que hoy proclaman carecerá de sentido a la vuelta de unas pocas esquinas generacionales. No se enteran, o no quieren enterarse, de que esta fauna que hoy brama en favor de la independencia y en contra de España será apenas un engorroso residuo en medio de una población mayoritariamente islámica. No se enteran, o no quieren enterarse, de que en Cataluña ya apenas se registran nacimientos de niños autóctonos y de que los natalicios foráneos copan los maternos y se producen ya hasta en los maleteros de los autobuses. No se enteran, o no quieren enterarse, de que la Unión Europea no avalará nunca la existencia de un Estado con una población en ciernes mayoritariamente mahometana. No se enteran, o no quieren enterarse, de que el día que les falte el apoyo de España, esos mierdecillas que hoy vociferan contra todos nosotros quedarán a merced de millones de lobos con sus instintos intactos. Josep Anglada y los suyos parecen ser los únicos catalanes con el sentido común de haberse dado cuenta.

5.-Para estos charnegos que han abrazado la causa del nacionalismo rabioso con el fervor ciego del consverso no hay más verdad que la verdad revelada por un puñado de farsantes que les están llevando a un camino sin retorno. Mientras el charnego nacionalista de cualquier barrio o pueblo del extrarradio malvive subido en el alambre, el dirigente separatista vive parapetado en exclusivas urbanizaciones y a costa de todos ellos, reducidos al papel de tontos útiles.

6.- Y en medio de la zozobra llega el coronel Alamán para dar fe pública de que los separatistas catalanes son unos traidores. Y los separatistas arremeten salvajemente contra él porque al fin un español se ha atrevido a decir alto, claro y en castellano lo que opinan muchos cientos de miles. ¿Y cómo responde el separatismo, la prensa y un sector nada desdeñable de la izquierda ‘española’? Como suele. No refutando con argumentos las palabras del coronel, sino reduciendo su discurso al chascarrillo y a los tópicos cuarteleros de siempre. El coronel Alamán dijo estar dispuesto a dar su vida por España -traslación metafórica de la frase cadavérica que tanto ha dado que hablar- que es lo mínimo que cabe esperar de un militar con apego al honor y al deber. Y esa frase, separada del cuerpo del discurso, le ha servido a la canalla separatista catalana para arremeter contra el ilustre uniformado. Lo mismo podría arremeterse contra Joan Tardà cuando tenía vínculos con un grupo que escribía aquello de que dar la vida por Cataluña era el mayor honor para un catalán. O contra Josep Tarradellas, cuando explicaba a Fanco, en una famosa carta, que no había entibiado su resolución de salir con un fusil a defender a Cataluña aunque estaba en la certeza de que saldría a participar en una gloriosa derrota.

Tampoco resulta muy lógico que, frente a un militar español que dice estar dispuesto a entregar su preciosa vida por España, se escandalicen los mismos farsantes que declaman ese himno violento y absurdo que habla de yugular cabezas castellanas a golpe de hoz. Pero es lo que tiene el separatismo: sus verdades son verdades que llevan el ‘nihil obstat’ de la irrefutabilidad.

7.- No trato de establecer comparación entre las palabras de un coronel del Ejército español y las de estos detritus sediciosos, comparación que el propio Alamán rechazaría de plano. Trato de explicar que no se puede seguir aceptando el fraude de que hayan españoles a los que les esté permitido “cagarse en la puta madre de España” y otros a los que se les quiera prohibir la mínima declaración de españolismo.

8.- En homenaje precisamente al coronel Alamán y sin que sirva de precedente, me meto en el papel de vate para dedicarle estas líneas:

Inquiero cual Ruy Díaz de Vivar,
tú tienes del valor la gallardía,
de la fe inquebrantable la osadía,
y el verbo emocionado del juglar.

Tu gesta ha comenzado a desterrar
de los pechos temor y cobardía,
y hay brotes de ilusión y de alegría
de una savia que empieza a despertar.

Pues fuiste fiel a juramentos
y no te contentaste con lamentos
de traiciones ajenas sorprendentes.

Pues eres en la España de cobardes,
sin miedo, sin jactancia y sin alardes,
primero de los últimos valientes.

Que Dios te bendiga, mi coronel.

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